Una de las grandes vergüenzas de muchas artes marciales son los falsos maestros, y como no,  tenemos unos cuantos en todos los estilos.
Desde los principios de las artes marciales ya habían personajes que daban enseñanzas que no dominaban o directamente inventaban algún arte marcial con tal de sacar beneficios económicos.
Estas personas adquieren un falso papel de maestros sin serlo, se hacen con cinturones que ni han conseguido ni se merecen. En este apartado podemos distinguir dos clases de falsos maestros:
El maestrillo que va a una tienda de deportes o a cualquier tienda de artes marciales y se compra un cinturón negro sin tener nada de vergüenza y al día siguiente por arte de magia son maestros. Estos son maestros los cuales se nutren de hacerse fotos con grandes competidores o con grandes maestros para que su mentira siga creciendo.
Los otros tienen cómplices, que es mucho peor. Este grupo de maestrillos hacen la pelota a maestros o a presidentes de organizaciones o a quien haga falta para conseguir que estos le reconozcan cinturones que no les corresponden. Tienen mérito porque son capaces de lo que sea para conseguir su objetivo, lo cual no les quita ingenio, pero claro, aquí la culpa la tienen los verdaderos maestros que se dejan embaucar por estos mentiroso para que le otorguen los cinturones.
Algo que caracteriza a los falsos maestros es la falta de humildad, porque a falta de saber esta la labia , es decir, hablan, hablan y hablan de todo y dan ejemplo de todo y a todos los alumnos. Estos profetas se envuelven de una falsa sabiduría que les es más que suficiente para tener un gran número de alumnos y seguidores.
Gente que nunca a competido, que nunca a entrenado ni entrenan , que nunca se han gastado dinero para educarse ni para aprender y un largo etc…  La gente que se dedica a la enseñanza ha tenido que pasar por todo eso y mucho más.